Las rabietas y la curiosidad del bebé
Ya nos lo preguntó el pediatra en la revisión de los 18 meses. ¿Le dan rabietas? ¡Noooo! Fue nuestra respuesta el bb es muy buen@. Y advirtió a estos padres incrédulos, que pronto empezaríamos con las rabietas y la curiosidad del bebé. Nos advirtió que bloqueáramos cajones y armarios puesto que empezaría a chafardear (y a acabar de desorganizar nuestro ya maltrecho hogar).
Efectivamente, así fue. La rabieta de la noche es el clásico de TODOS LOS DÍAS. Empezamos con 10 minutos, pero hemos conseguido minimizarlo y ahora apenas dura un minuto (si llega), eso sí, entraña un complejo ritual: primero le contamos el cuento de “Luis y Ana se van a dormir”, es un cuento maravilloso, simple, pero muy útil porque describe paso a paso todas las tareas que hay que hacer antes de ir a dormir. Una vez hemos acabado de leer, l@ llamamos para ir al cuarto y ponerle el pijama, ahí empieza el llanto, empezamos a cantar “vamos a la cama que hay que descansar(…)”, reconoce su toque de queda y se enrabia, pero en cuestión de segundos, (entre 10 y 30 segundos), deja de llorisquear, se agarra a mi mano y vamos junt@s a la habitación. Le pongo el pijama y después vamos despidiéndonos de todo lo que se cruza en nuestro camino: todos los juguetes, la televisión, el teléfono, el ordenador, el papá, la chaqueta, la bici, los marcos con las fotos, los cuentos…nos despedimos de TODO. Y si se me pasa algo y lo advierte, hay que volver atrás para que se despida…Un show, vamos, pero eso sí, apenas hay lloros. Le damos la cena y a la cama.
Aparte de esta rabieta, quizás hay una o dos más durante el día. La del cambio de pañal, es un ejemplo, aunque no es a diario y la de quiero una cosa, o quiero ir a un sitio y los papás no quieren…Nuestra estrategia en cualquier caso es intentar hacerle el mínimo caso posible mientras chilla, y paralelamente buscar un modo eficaz de entretenerl@, y como colofón rezar para que acabe pronto. Si se enrabia mucho (cosa que no suele ocurrir) luego le recriminamos que se haya enfadado tanto, pero hay que decir que esto sucede ocasionalmente.
Por otra parte, la curiosidad del bb ha aumentado exponencialmente en cuestión de unos meses. Abre cajones (los que no están bloqueados) y armarios, para ver qué hay dentro, y por ejemplo consigue sacar los topes de las puertas de los armarios y los lleva al lugar donde menos te esperarías encontrar un tope de armario: El cesto de la ropa sucia. Además, mueve las cosas de sitio, por ejemplo buscas tus o sus zapatos, uno está en el zapatero ¿y el otro? ¡Ah, sorpresa! Debajo de la mesa del comedor. Esta curiosidad es sana y menos molesta, ya que no hay mal rollito, pero por momentos piensas que padeces Alzheimer sobre todo cuando te encuentras cosas donde no esperas y cuando hay otras cosas que no encuentras cuando las buscas…
¡Empezamos otra nueva y apasionante etapa en la crianza del bebé¡
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